Cuando una persona se enferma se crea una necesidad de recuperar su salud. Ante esta necesidad tiene que adquirir y consumir un bien o un servicio que le permita recuperar la salud perdida y por el cual tiene pagar. La persona no sabe cuándo va a enfermarse, no sabe si su enfermedad va a ser leve o grave, si se va a sanar o no, cuánto tiempo va a estar enfermo, si su tratamiento será costoso, etc. Bajo estas circunstancias la salud se convierte en un bien económico, igual que cualquier otro, que acarrea costos y gastos. Ante esta incertidumbre la persona trata de diversificar su riesgo a enfermar con otras personas a fin de evitar pérdidas económicas, muchas veces catrastóficas, comprando o adquiriendo un seguro de salud.
Por otro lado, al ser la salud un derecho fundamental y reconocido constitucionalmente se convierte en un bien meritorio o tutelar y por lo tanto el Estado está obligado a garantizarlo. Para ello, provee los servicios de salud a través de la asistencia benéfica, el seguro social o los subsidios parciales o totales para las personal de menores recursos económicos.
De esta manera, en nuestro país, surgen: los seguros privados de salud que mediante una prima y un copago garantizan la atención de salud para las personas con capacidad de pago en función al plan de aseguramiento adquirido; el seguro social de salud contributorio y complementario, que por medio de una contribución mensual única (descontable por planilla) la persona asegura su atención de salud y la de sus derechohabientes, tanto de la capa simple como de la capa compleja, sin ningún tope y el seguro integral de salud, que es un seguro subsidiado, dirigido a todas las personas que no acceden a los servicios de salud por razones de pobreza o extrema pobreza.
Como todo tratamiento medicamentoso los seguros de salud, también, pueden tener efectos adversos o secundarios. Estos efectos secundarios se dan tanto, por el lado de la oferta, como por el de la demanda. Estos efectos secundarios son: la selección por riesgo, la selección adversa y el riesgo moral (moral hazard).
La SELECCIÓN POR RIESGOS, es un efecto secundario que se da por el lado de la oferta, es decir, por el lado de proveedor del seguro. Es un defecto precontractual que permite a las aseguradoras maximizar, oportunistamente, sus beneficios seleccionando los buenos riesgos (personas jóvenes, sanas) y rechazando los riesgos defavorables o altos ( viejos, enfermos crónicos, personas con enfermedades preexistentes, antecedentes de cáncer, etc.) que potencialmente le significarían un mayor consumo de servicios y por ende mayores costos.
La SELECCIÓN ADVERSA, también es un defecto precontractual pero que se da por el lado de la demanda. Es una conducta oportunista por parte del asegurado, el usuario demandante, que, al tener mayor información que la aseguradora respecto a su estado de salud y a su propensión a usar los servicios de salud, esconde información a fin de que el contrato se efectivice. Entonces, dado que las primas de seguros de los menos sanos serán más caras, los más sanos tienden a asegurarse menos que aquellos que presentan mayores riesgos.
El RIESGO MORAL, es otro efecto postcontractual en relación a la demanda por el cual la persona ya no sólo escondería información sino, también, acción. Consiste en el consumo excesivo o superfluo de los servicios de salud por el simple hecho de tener una forma prepagada de atención de salud que pagará consuma o no dichos servicios. Este efecto hace ineficiente al sistema por cuanto se produce una pérdida de bienestar sanitario individual y colectivo. Individual porque puede acarrear iatrogenias y colectivo por el costo oportunidad que ocasiona.
Los tres efectos secundarios se presentan en el mercado de seguros privados de salud en cambio, en el aseguramiento público, no se encuentra selección adversa pero si algunas variantes de selección por riesgos y de riesgo moral.
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http://www.econosaludpediatrica.com
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INTRODUCCIÓN
Esta página esta dedicada a todos los profesionales interesados en el tema, en especial a aquellos que trabajan en el campo de la salud con la finalidad de crear una cultura de eficiencia en el uso de los recursos destinados al sector, recursos siempre escasos, sin olvidar los criterios de calidad y equidad.
DATOS PERSONALES
- Dr. MIGUEL ANGEL HERMOZA MOGOLLÓN
- MÉDICO CIRUJANO. Especialista en CIRUGÍA PEDIÁTRICA y MEDICINA PEDIÁTRICA. JEFE del DEPARTAMENTO de CIRUGÍA PEDIÁTRICA, Ex JEFE del SERVICIO de CIRUGÍA PEDIÁTRICA y del DEPARTAMENTO de MEDICINA INFANTIL del HOSPITAL NACIONAL "EDGARDO REBAGLIATI MARTINS" de la SEGURIDAD SOCIAL en SALUD (EsSALUD). MÉDICO ASISTENTE del SERVICIO de CIRUGÍA PEDIÁTRICA del HOSPITAL NACIONAL "EDGARDO REBAGLIATI MARTINS" EsSALUD). MAGÍSTER en ECONOMÍA y GESTIÓN de la SALUD. DOCTOR en MEDICINA. Ex PROFESOR DE CIRUGÍA PEDIÁTRICA de la FACULTAD DE MEDICINA HUMANA DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL "JOSÉ FAUSTINO SÁNCHEZ CARRIÓN". Ex PROFESOR de POSGRADO en la UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR de SAN MARCOS), UNIVERSIDAD PARTICULAR "SAN MARTÍN DE PORRAS" y UNIVERSIDAD NACIONAL "JOSÉ FAUSTINO SÁNCHEZ CARRIÓN". PROFESOR de POSGRADO de la UNIVERSIDAD PARTICULAR "RICARDO PALMA". Otros diplomas y estudios: CONCILIADOR EXTRA-JUDICIAL por el MINJUS, EVALUADOR y ACREDITADOR DE HOSPITALES por el MINSA y DIPLOMADO en SALUD OCUPACIONAL y SEGURIDAD EN EL TRABAJO por la Universidad Nacional de Ica. CURSO BÁSICO DE DEFENSA Y DESARROLLO NACIONAL por el CENTRO DE ALTOS ESTUDIOS NACIONALES (CAEN).
jueves, 23 de septiembre de 2010
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